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XXVII:AMP RESPUESTA

AINHOA LEKERIKA

ALEX REYNOLDS

IBAI MADARIAGA eta MIEL OYARZABAL

 

 

Últimamente, percibimos en lxs artistas cierta necesidad de buscar en el arte una experiencia de intensidad para con la realidad. Frente a la saturada relación que todxs vivimos con las pantallas y las imágenes digitales, buscamos en la práctica sensible una experiencia de otro tipo, como si se quisiera comprobar que la materia está ahí, que si nos apetece, podríamos tocar incluso habitar esa materia. 

No hace mucho, amigxs o personas de referencia que querían profesionalizarse en el arte, se formaban en la fotografía. Se estilaban los fotomontajes y había un gran desarrollo de aplicaciones tipo photoshop. Las imágenes que se creaban no tenían porqué darse en parámetros de lo conocido, pero sí en los parámetros de lo ilusorio. 

Ahora vemos con lejanía todo aquello. 

 

La invitación que incluye esta exposición parte de ese deseo de realidad. Una necesidad de realidad situada, la particular realidad del espacio Okela.

Es un comentario recurrente (o nosotras al menos nos vemos muchas veces repitiendo) que Okela es un espacio particular. En comparación al menos con espacios expositivos más habituales tipo white cubes, el nuestro es un espacio muy cargado sígnicamente y que almacena mucha información. Lxs artistas que exponen en Okela se ven obligadxs a negociar con el espacio, ya que es bastante inusual que las piezas se instalen y queden Ok sin una previa reflexión y batalla con el sitio. 

Aunque este tipo de gestión sea una constante para nosotras, en esta exposición hemos querido poner especial atención en estas negociaciones. Aprendiendo con ellxs cómo desde dónde y con qué han respondido a la realidad material de Okela. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

24/03/2022
05/05/2022