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A pesar de la controversia que genera el fenómeno de las pandillas, Germán cree que descubrir la historia de los pandilleros ayuda a conocer mejor un fenómeno que desangra Centroamérica desde hace 20 años.

San Pedro Sula, Honduras, en 1984

German Andino nació en San Pedro Sula, Honduras, en 1984. Es un chico de la calle. Pero la suya, en la calle, no es una de esas vidas trágicas ni de superación personal. Es de la calle porque de allí extrae el periodismo, que plasma en sus dibujos.

Estudió Ingeniería de Sistemas, se especializó en Artes Gráficas y se perdió después durante meses por el laberinto empedrado de la colonia Buenos Aires, una de las más antiguas de Tegucigalpa, gastando los días y las suelas entre pandilleros, sesiones de tatuaje y las clases de programación de las que vivía en Tegucigalpa.

Gracias a su dominio del inglés y su acceso a ‘la calle’ trabajó durante años como ‘fixer’ con muchos de los reporteros extranjeros que aterrizaban en Honduras para tratar de contar el país. Cuando ellos se marchaban seguía documentando – grabadora y cámara en mano – la vida de las primeras pandillas que controlaron la ciudad. De gente como él, de gente que podría haber sido él. Decidió entonces que era hora de descolonizar la narrativa y de que Honduras la contaran los hondureños.

Aunque garabatea papeles desde que puede sostener un lápiz, los cómics “le encontraron tarde”. En concreto siendo instructor de un laboratorio informático en alguna escuela hondureña. “Aquellos libros llenos de dibujos, muchas veces asociados al género de los superhéroes, me mostraron el potencial de las imágenes” resumen.

Eligió entonces el reportaje gráfico como el mejor formato para que los hondureños que retrataba, pudieran verse y permitiese a las jóvenes de hoy conocer la historia de la generación anterior. Sin embargo eligió una temática opuesta y unos protagonistas antagónicos a los que le había descubierto; los antihéroes. La generación perdida que mata y extorsiona.

A pesar de la controversia que genera el fenómeno de las pandillas, Germán cree que descubrir la historia de los pandilleros ayuda a conocer mejor un fenómeno que desangra Centroamérica desde hace 20 años.

La historia de Isaac podría ser la de cualquier joven hondureño que no tuvo más familia que la pandilla. Sin entenderlo, dice, nunca podrá resolverse el problema. Si es que tiene solución.

~ Jacobo García para El Pais

“Honduras, el Hábito de la mordaza”, es su el primer reportaje gráfico que publica en este formato.

 

http://elpais.com/especiales/2016/el-habito-de-la-mordaza/

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