Zumarraga, 1992

En su trabajo trata la luz simultáneamente como fuente, contenido, material y forma. No se busca usar la luz como una herramienta para iluminar algo, el objetivo es que las instalaciones sean luz en sí misma. Cada instalación, persigue materializar la luz en un espacio tridimensional con un fin escultórico. Conseguir darle un cuerpo que perceptivamente se sienta como matérico. Se incita al espectador a entrar en su atmósfera, poder tener diferentes percepciones y jugar con los sólidos de luz en un espacio oscuro e inundado levemente de humo. Entiende el arte como una experiencia más allá de los límites del objeto artístico. En este sentido, cada vez se distancia más del objeto tangible, dándole un gran valor a los trabajos que están pensados para poder ser presenciados en persona, en algunos casos siendo site specific.