Getxo, 1985

Todos sentimos, pero la manera de reaccionar a dichos sentimientos o sensaciones, varía según quien las perciba. Hay quien siente, razona eso sentido, y luego actúa (si es que tiene que actuar). Ante el arte, o al menos en mi caso: se siente, se actúa, y después, si acaso, se razona. O al menos ‘se razona’ en un lenguaje mundano, ese tipo de razonamiento que nos hace socialmente racionales. En lo no-mundano, la racionalidad siempre es relativa. En mi caso, p. ej., cuando pinto, pintar es razonar. Y es por esa forma de razonar, o de reaccionar, que me dedico a la pintura o a la creación; en vez de intentar dedicarme a la crítica de arte, la política o la arquitectura, entre otras. Pinto, porque puedo revivir lo sentido tal como lo sentí. Pinto, porque puedo contar lo vivido tal como lo viví. Pinto porque  “Cuando tengo pintura en las manos… (es) la vida y yo, yo y la vida” - M. Vlaminck-

    Mi vida ha cambiado mucho con la llegada de nuestra Uxue, como le ocurre a cualquier amatxo o aitatxo. La llegada de una nueva vida nos hace ver la vida de otra manera. Nos hace recordar ese desconocer el todo y la nada, ese conocer el todo y la nada, ese reconocer el todo y la nada. Nos hace re-comprender el mundo y la vida. Y con esta forma de razonar que tengo yo, todas las intensas sensaciones, las intensas re-comprensiones que han llegado con Uxue, han quedado claramente reflejadas en mis últimas acciones, en mis últimas creaciones. La pintura también está siendo re-comprendida. Sin poder dejar de lado lo ya comprendido: conjunto aquello aprendido con lo que está hoy siendo recomprendido. Construyo y contextualizo desde lo sabido, descontextualizo y deconstruyo desde el desaprendizaje, para finalmente recontextualizar y reconstruir desde la re-comprensión. Digamos trabajo como si fuera 2 en 1: la humana civilizada y la h. prehistórica1, pero de manera más acentuada de lo habitual. Como si fuese dos pinturas en una: por un lado la pintura civilizada, la evolucionada, la estudiada y aprendida, y  por otro la prehistórica, la instintiva, la improvisada, la pintura más fresca, la pintura más natural, la pintura más animal. 

1“Mientras que por una de sus caras el artista representa al tipo de humano más evolucionado, por otro continúa al humano prehistórico. El mundo es para él -ella- nuevo y fresco, lo examina, goza de él con todos los sentidos, más agudizados que los del humano civilizado, ha guardado el sentimiento mágico de lo desconocido, pero, sobre todo, la poética y la técnica de la mano.” H.Focillon: "Elogio de la mano“

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